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El mercado laboral de Brasil agregó casi 221.000 empleos formales netos en agosto, dijo el lunes el Ministerio de Trabajo.
Las cifras superaron las expectativas de los economistas (que oscilaban entre 180.000 y 200.000), confirmando el sólido informe de desempleo de la semana pasada: la tasa de desempleo cayó al 7,8 por ciento, el nivel más bajo desde febrero de 2015.
En los 12 meses hasta agosto, la economía añadió 1,5 millones de nuevos empleos formales, que ahora suman 43,8 millones. Desde agosto de 2020, cuando Brasil enfrentó la peor recesión de la pandemia, los nuevos empleos oficiales han superado la marca de los 7 millones.
En agosto se produjo una continuación de las tendencias de empleo de meses de duración, y el sector de servicios añadió más puestos de trabajo que cualquier otro mes. Sin embargo, desde enero, el sector de la construcción ha experimentado el mayor auge en la creación de empleo, con la fuerza laboral aumentando un 9,2% durante el período de ocho meses.
Casi dos tercios de los nuevos empleos agregados a la economía brasileña este año han sido ocupados por trabajadores de entre 18 y 24 años, un grupo demográfico que ha tenido dificultades para ingresar al mercado laboral en los últimos años, especialmente desde la crisis de Covid.
El crecimiento económico general se ha mantenido fuerte en los últimos meses, lo que ha obligado a los mercados a revisar al alza sus previsiones. La previsión media de crecimiento del PIB de los inversores encuestados semanalmente por el Banco Central fue del 2,92 por ciento, igual que la semana pasada pero muy por encima de hace un mes (2,56 por ciento).
Y aunque los salarios iniciales se han mantenido algo estables durante el año pasado, El informe de Brasil mostró que los brasileños han ganado poder adquisitivo en los últimos meses. Comparamos el crecimiento de 12 meses del «ingreso real promedio habitual», que tiende a suavizar las fluctuaciones estacionales, con el índice oficial de precios al consumidor IPCA de Brasil.
