BRASILIA, 27 dic (Reuters) – La policía de Brasilia, la capital de Brasil, dijo el martes que una mochila encontrada cerca de la estancia del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva y que provocó una amenaza de bomba contenía sólo artículos personales.
La noticia del llamado al escuadrón antiexplosivos pocos días antes de que Lula asuma el cargo subraya la atmósfera nerviosa en Brasil después de las elecciones más tensas en una generación.
El 24 de diciembre, la policía de Brasil dijo que había frustrado un complot con bomba y arrestó a un hombre vinculado a un grupo de negacionistas electorales pro-Bolsonaro acampados frente al cuartel general del ejército que pedían a los militares anular la victoria de Lula.
George Washington Sousa, quien admitió haber fabricado el dispositivo y haber conspirado con otros residentes del campo para detonarlo, dijo que esperaba que la bomba «provocara una intervención militar… para impedir la instalación del comunismo en Brasil».
A principios de diciembre, un grupo del campamento intentó asaltar la sede de la policía federal después del arresto de un líder local que apoyaba a Bolsonaro por presuntas amenazas antidemocráticas.
[1/9]Un miembro de las fuerzas de seguridad trabaja tras una supuesta amenaza de bomba en la zona hotelera de la ciudad, cerca de donde se hospeda el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva antes de su toma de posesión el 1 de enero, según el departamento de seguridad del Federal. Distrito de Brasilia, Brasil, 27 de diciembre de… Adquisición de derechos de licencia
Las tensiones políticas en la capital han llevado al equipo de Lula a intensificar los protocolos de seguridad para la toma de posesión del domingo, dijo el lunes el futuro ministro de Justicia, Flavio Dino.
El martes, Dino dijo que el equipo de transición pediría a la Corte Suprema que detenga el porte de armas de fuego en Brasil durante los próximos días.
Desde que Bolsonaro comenzó a flexibilizar las leyes sobre armas en 2019, el número de propietarios de armas registrados se ha sextuplicado hasta alcanzar unos 700.000.
«Le pediremos al juez Alexander de Moraes… que deje de portar armas de fuego en el Distrito Federal entre mañana (miércoles) y el 2 o 3 de enero», dijo Dino a los periodistas.
«El objetivo es que incluso las personas que tienen permisos… tengan esa suspensión ordenada por el tribunal para que cualquier porte (de un arma de fuego) durante ese período sea considerado un delito grave».
Reporte de Ricardo Brito, Lisandra Paraguasu y Peter Frontini; Edición de Alistair Bell y Rosalba O’Brien
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