La brecha entre los estudiantes inmigrantes del norte de Chile y sus pares chilenos se ha ampliado en los últimos cuatro años. La mayoría están matriculados en instituciones estatales, asisten a escuelas más vulnerables y tienen menor asistencia y calificaciones más bajas que los estudiantes nacionales. Estas son algunas de las conclusiones de las investigaciones del Centro de Estudios Públicos (CEP) realizadas en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Arica y Parinacota, que junto con la región metropolitana de Santiago de Chile concentran la mayoría de los menores migrantes en el estado. En las tres regiones del norte de Chile donde se concentra el estudio ¿Qué impacto tienen los estudiantes migrantes en el Norte de Chile? Corresponden al 13,67% de la población escolar.
“Observamos que son poblaciones muy diferentes que se distribuyen en diferentes lugares (…) Las poblaciones migrantes son en promedio más vulnerables que los estudiantes chilenos”, comentó Silvia Eyzaguirre, investigadora del CEP que, junto a Ysai Guzmán, concluyó del estudio. , que informó que entre 2006 y 2022, la población menor migrante en Chile se multiplicó por 10, al pasar de 31.656 a 314.391 niños y jóvenes.
El rendimiento escolar es uno de los parámetros que es necesario monitorear más de cerca, asegura el estudio, ya que en los últimos cuatro años los inmigrantes han obtenido calificaciones más bajas que los estudiantes chilenos en general y también si se los compara con sus propios pares en las clases. «Es preocupante que a los inmigrantes les vaya peor que a sus compañeros; De hecho, estamos advirtiendo que la brecha entre pares y migrantes se está ampliando, y esto es una llamada de atención para saber por qué se está ampliando. ¿Está aumentando porque los inmigrantes que han llegado en los últimos años son diferentes? ¿O está aumentando porque la concentración de migrantes en un solo establecimiento puede tener un impacto negativo en los migrantes?”, dice Eyzaguirre.
En las pruebas SIMCE 2022 (Sistema de Medición de la Calidad de la Educación) se administrarán a estudiantes de cuarto grado (normalmente de nueve a 10 años) y de segundo grado en lectura y matemáticas (penúltimo grado de secundaria, con alumnos de 15 a 16 años). ) dan cuenta de la brecha entre estudiantes chilenos y migrantes, especialmente entre los estudiantes de los grados superiores.
«Esto es interesante porque indica dónde hay que actuar», subraya el investigador del CEP. También llama a prestar atención a estos cambios: «Los directores de escuelas con alta concentración de migrantes deben tener cuidado de monitorear el desempeño de los migrantes y de los chilenos para que no aparezcan estas brechas. Actúe temprano, especialmente después del cuarto grado, donde tiende a aumentar. Y dice que también es necesario monitorear si hay un sesgo en las herramientas utilizadas: «Puede haber un sesgo idiomático, lo que puede dificultar que los migrantes comprendan los textos escolares porque los textos con los que trabajan en Chile están escritos en español». pero en español de chile. Luego podrían revisarse para que sean menos sesgados y permitan que los extranjeros estén bien integrados.
A través del análisis de los registros de matrícula escolar del Ministerio de Educación (Mineducto), la investigación del CEP advierte que en 2022, el 91,89% de los establecimientos educativos de las tres regiones del Norte de Chile tenían al menos un estudiante migrante. Un aumento significativo con respecto a 2019, donde la tasa fue del 87,35%. Eyzaguirre y Guzmán señalan que la mayoría de los estudiantes migrantes (68,5%) asisten a instituciones públicas, mientras que la mayoría de los estudiantes chilenos asisten a centros educativos privados subvencionados (54,9%), es decir. donde los padres o tutores pagan un porcentaje de la matrícula escolar. Si se analizan sólo los colegios privados de pago, hay una presencia relativa de un 1,1% de estudiantes migrantes frente a un 7,6% de estudiantes chilenos.
El estudio concluye, a partir de la observación del Índice de Vulnerabilidad de las Escuelas (IVE), que las instituciones a las que asisten jóvenes migrantes concentran un mayor porcentaje de estudiantes vulnerables en comparación con los centros donde estudian estudiantes chilenos. Asimismo, los estudiantes migrantes en promedio asisten a escuelas con peores puntajes en las pruebas SIMCE que los estudiantes chilenos.
Además, en 2022 los estudiantes inmigrantes del norte del país tuvieron una tasa de asistencia promedio de 77,68%, inferior a la de los estudiantes chilenos que fue de 80,2%. Sin embargo, si se compara entre sus compañeros, sus pares, la asistencia de migrantes y chilenos es similar.
Sin embargo, Eyzaguirre destaca dos buenas noticias: el aumento de la proporción de estudiantes migrantes en las aulas no afecta el desempeño de los nativos y, a su vez, los jóvenes migrantes están más involucrados en el sistema escolar que los estudiantes chilenos. Según la encuesta CASEN 2022 -que permite medir y conocer las condiciones socioeconómicas de los hogares y la población del país- los menores migrantes tienen una cobertura educativa del 80,82%, mientras que la de la población chilena se estima en 79,45% en estas tres regiones del norte del país.
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