Opinión | Rey Abdullah II, Macron y Sisi: alto el fuego en Gaza

Abdullah II bin Al-Hussein es el rey de Jordania. Emmanuel Macron es el presidente de Francia. Abdel Fattah El-Sisi es el presidente de Egipto.

La guerra en Gaza y el catastrófico sufrimiento humanitario que está causando deben terminar ahora. La violencia, el terror y la guerra no pueden traer la paz a Oriente Medio. La solución de dos Estados lo hará. Este es el único camino confiable para garantizar la paz y la seguridad para todos y garantizar que ni los palestinos ni los israelíes tengan que volver a revivir los horrores que les sucedieron después del ataque del 7 de octubre.

El 25 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU finalmente aceptó su responsabilidad al exigir un alto el fuego inmediato en Gaza. Este es un paso crítico que debe implementarse plenamente y sin más demora.

A la luz del insoportable costo humano de la guerra, nosotros, los líderes de Egipto, Francia y Jordania, pedimos la implementación inmediata e incondicional de la Resolución 2728 del Consejo de Seguridad de la ONU. Destacamos la urgente necesidad de lograr un alto el fuego permanente en Gaza.

Destacamos la urgencia de implementar la solicitud del Consejo de Seguridad de la liberación inmediata de todos los rehenes y reafirmamos nuestro apoyo a las negociaciones mediadas por Egipto, Qatar y los Estados Unidos que abordan un alto el fuego, así como los rehenes y detenidos.

Si bien hacemos un llamado a todas las partes para que cumplan con todas las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU, advertimos sobre las peligrosas consecuencias de la ofensiva israelí contra Rafah, donde alrededor de 1,5 millones de civiles palestinos han buscado refugio. Una ofensiva de este tipo sólo traería más muerte y sufrimiento, aumentaría los riesgos y las consecuencias del desplazamiento masivo del pueblo de Gaza y amenazaría con una escalada regional. Reiteramos nuestro igual respeto por toda la vida. Condenamos todas las violaciones y abusos del derecho internacional humanitario, incluidos todos los actos de violencia, terrorismo y ataques indiscriminados contra civiles. La protección de los civiles es una obligación jurídica fundamental para todos los países y una piedra angular del derecho internacional humanitario. Queda absolutamente prohibida la violación de esta obligación.

Los palestinos en Gaza ya no sólo corren el riesgo de morir de hambre, sino que la hambruna ya está ocurriendo. Existe una necesidad urgente de ampliar masivamente la entrega y distribución de ayuda humanitaria. Este es un requisito clave de las Resoluciones 2720 y 2728 del Consejo de Seguridad de la ONU, que enfatizan la urgente necesidad de aumentar los suministros de ayuda.

Las agencias de la ONU, incluida la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas, y los actores humanitarios desempeñan un papel clave en las operaciones de socorro en Gaza. Deben estar protegidos y tener pleno acceso, incluso en la parte norte de la Franja de Gaza. Condenamos el asesinato de trabajadores humanitarios, más recientemente el ataque al convoy de ayuda de World Central Kitchen.

Según el derecho internacional, Israel debe garantizar el flujo de ayuda humanitaria a la población palestina, una responsabilidad que no ha cumplido. Reiteramos la solicitud del Consejo de Seguridad de eliminar las barreras a la ayuda humanitaria y de que Israel facilite de inmediato la ayuda humanitaria a través de todos los puntos de cruce, incluso en el norte de la Franja de Gaza y a través de un corredor terrestre directo desde Jordania, así como por mar.

Nosotros, los líderes de Egipto, Francia y Jordania, estamos decididos a seguir aumentando nuestros esfuerzos para satisfacer las necesidades humanitarias, médicas y de salud de la población civil de Gaza, en estrecha coordinación con el sistema de las Naciones Unidas y los socios regionales.

Por último, destacamos la urgente necesidad de restablecer la esperanza de paz y seguridad para todos en la región, sobre todo para los pueblos palestino e israelí. Subrayamos nuestra determinación de seguir trabajando juntos para evitar una mayor propagación regional y pedimos a todos los actores que se abstengan de cualquier escalada de acciones. Exigimos el fin de todas las medidas unilaterales, incluidas las actividades de asentamiento y la confiscación de tierras. También pedimos a Israel que impida la violencia de los colonos.

Hacemos hincapié en la necesidad de respetar el status quo histórico y legal de los lugares sagrados musulmanes y cristianos en Jerusalén y el papel del Waqf jordano bajo la custodia hachemita.

Subrayamos nuestra determinación de fortalecer nuestros esfuerzos conjuntos para lograr efectivamente la solución de dos Estados. El establecimiento de un Estado palestino independiente y soberano basado en la solución de dos Estados, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que conviva en paz y seguridad con Israel, es la única manera de lograr una paz genuina. El Consejo de Seguridad debe desempeñar un papel para abrir decisivamente este horizonte a la paz.

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