Revisión de las necesidades humanitarias de El Salvador (diciembre de 2023) – El Salvador

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Este documento ha sido consolidado por OCHA en nombre del Equipo Nacional Humanitario y sus socios. Proporciona una comprensión compartida de las crisis, incluidas las necesidades humanitarias más urgentes y el número estimado de personas que necesitan asistencia. Representa una base empírica consolidada y proporciona información para la planificación conjunta de una respuesta estratégica.

Resumen de las necesidades humanitarias y conclusiones clave

El equipo de ayuda humanitaria del país, integrado por agencias de la ONU, ONG nacionales e internacionales, instituciones gubernamentales y socios colaboradores, preparó este análisis, que describe cualitativa y cuantitativamente las necesidades humanitarias de la población más vulnerable de El Salvador.

La situación humanitaria en El Salvador es causada por eventos climáticos extremos (sequía y lluvias excesivas), situaciones de movilidad humana e impactos económicos continuos.

Las evaluaciones de las necesidades humanitarias se calcularon utilizando el Marco de Análisis Intersectorial Conjunto (JIAF), que analiza exhaustivamente la gravedad de las necesidades que enfrentan las personas utilizando un conjunto de indicadores intersectoriales. Los resultados de este análisis muestran que el número de personas con necesidades humanitarias aumentó ligeramente de 1.115.112 a 1.119.198, lo que equivale al 18 por ciento de la población total. Esta población se encuentra distribuida por todo el país, especialmente en los departamentos central y oriental, que son los más afectados en el Corredor Seco.
El impacto de El Niño es uno de los principales factores que afectan a la población. La Encuesta Nacional de Seguridad Alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de junio de 2023 estima que 1.044.895 personas padecen inseguridad alimentaria moderada o grave (Fase 3) o peor (Crisis) según la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (CIF). Esto se debe a múltiples factores económicos y climáticos, especialmente al impacto esperado de El Niño. Según la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS NET), los hogares más pobres del Corredor Seco de Honduras y El Salvador recurrirán a estrategias de crisis como reducir el tamaño de las porciones de las comidas, pedir prestados alimentos, depender de la ayuda de familiares o amigos, restringir del consumo de alimentos de los adultos para permitir que los niños coman, o reducir el número de comidas diarias para abordar la escasez de alimentos en el hogar.

Estas condiciones se ven exacerbadas por las desigualdades estructurales en el acceso a los servicios básicos, como la falta de acceso a agua potable y servicios de saneamiento e higiene, que contribuyen a una mayor inseguridad alimentaria, niveles de desnutrición infantil y enfermedades relacionadas.

La movilidad humana también continúa impactando a la población. Si bien el gobierno ha logrado avances en la mejora de las condiciones que impulsan la movilidad humana, persisten desafíos para reducir las causas estructurales que causan el desplazamiento forzado y la migración fuera de El Salvador. Entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, aproximadamente 62,846 salvadoreños fueron aprehendidos en Estados Unidos1. Las solicitudes de asilo en México por parte de personas provenientes de El Salvador se mantienen en niveles similares a años anteriores. A septiembre de 2023, la Comisión Mexicana para la Asistencia a Refugiados (COMAR) reportó 5,033 solicitudes de asilo de salvadoreños, la cuarta nacionalidad solicitante2.

Datos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) revelan que 14,437 salvadoreños regresaron a El Salvador desde Estados Unidos y México en 2022. Esto representa un aumento del 70 por ciento respecto a 2021. A septiembre de 2023, el número de personas retornadas a El Salvador llegó a 8.833.
Entre los principales motivos para salir del país se encuentran factores económicos (75%), reunificación familiar (14%) e incertidumbre (8,4%)3.

Las comunidades históricamente afectadas por la violencia necesitan servicios de asistencia humanitaria especializados para atender a las personas desplazadas y a las personas que regresan a la comunidad.

Las comunidades recuperadas por el Estado que antes estaban controladas por pandillas tienen necesidades urgentes de protección que no se pueden abordar antes. A pesar de los importantes esfuerzos gubernamentales para restablecer la seguridad y garantizar el acceso y la libre movilidad en estos territorios, se necesita una respuesta humanitaria integral. Esta respuesta debe garantizar el acceso a la protección y el restablecimiento de derechos, especialmente de grupos vulnerables como mujeres, mujeres jefas de hogar, niños, adolescentes,
Personas LGBTIQ+ y personas con discapacidad.

La violencia de género (VG) sigue siendo un tema importante y complejo en El Salvador debido a las continuas desigualdades entre mujeres y hombres. Los estereotipos de género normalizan aún más este tipo de violencia contra mujeres, niñas y adolescentes, personas con discapacidad, pueblos indígenas, personas LGBTIQ+ y personas mayores. Durante las emergencias, estas personas enfrentan mayores desafíos para una participación económica digna, propiedad de propiedades, limitaciones en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, agua, saneamiento e higiene, entre otros.

Si bien la incidencia de feminicidio ha disminuido, la incidencia de otros tipos de ITS sigue siendo alta.

La Fiscalía General4 encontró que entre junio de 2022 y mayo de 2023 hubo un aumento del 13 por ciento en la violencia sexual respecto al período anterior.
La violencia psicológica y doméstica también aumentó en un 10 por ciento y un 19 por ciento respectivamente.

A pesar de los esfuerzos por brindar servicios esenciales en respuesta al SPD, todavía existen limitaciones en la capacidad de respuesta, la disponibilidad de recursos y espacios seguros para los sobrevivientes.

Las personas afectadas por estas crisis necesitan asistencia humanitaria integral que incluya acceso a alimentos, nutrición especializada, servicios y tratamientos de salud de emergencia, suministro de agua y saneamiento de calidad, alojamiento, educación, acceso a sistemas de protección y asistencia adecuada en casos específicos de violencia de género y otros tipos de violencia.

Este análisis puede utilizarse en una posible respuesta humanitaria integral. Se centra en los derechos y la edad, el género y la diversidad, y las poblaciones y territorios identificados como más vulnerables.

Refutación

Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios
Para obtener más información sobre las actividades de OCHA, visite https://www.unocha.org/.

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