Un informe del Banco Mundial revela que el 85% de los venezolanos en Chile no quieren regresar a su país

«¿La migración puede beneficiar a Chile?», es el título de un estudio elaborado por el Banco Mundial, en el que revelan los «desafíos y oportunidades» del país en este sentido. «La migración es un fenómeno global y regional cuyo impacto depende de las políticas públicas adoptadas por los países y del apoyo de los ciudadanos», dicen al inicio del informe.

Dice que Chile recibe flujos migratorios mixtos, ya que acoge a poblaciones en movilidad humana en todo el espectro de motivaciones descritas en el Informe sobre el desarrollo mundial 2023: migrantes económicos, refugiados y movimientos mixtos, con necesidades económicas y de protección. «A diferencia de los inmigrantes económicos, las poblaciones que huyen de crisis económicas, políticas y sociales llegarán independientemente de la preferencia del país por acogerlos», explican.

En este sentido, Chile recibe 532 mil migrantes venezolanos y casi 1,1 millones de otras nacionalidades. En comparación, Colombia recibe 2,9 millones de venezolanos, Perú 1,5 millones y Ecuador 475 mil.

Lo que llama la atención en el informe es que todos los venezolanos que llegan El 85% de los migrantes quiere quedarse en Chile y no regresa a su patria, encabezada por Nicolás Maduro.

En promedio para todas las nacionalidades de inmigrantes, el 20,3% tiene menos de 25 años y el 32,4% tiene entre 25 y 34 años.

Factores positivos

Entre los factores positivos identificados por el Banco Mundial en materia de migración, señalan que «Chile tiene la oportunidad de adaptar sus políticas para aprovechar la migración, como lo han hecho los países vecinos». En este contexto destacan tres ventajas: Beneficio demográfico, impacto macroeconómico e impacto fiscal.

La primera es cuando «la población en edad de trabajar es mayor que la población dependiente (niños y ancianos), lo que crea un escenario favorable para el crecimiento económico». La segunda, por su parte, se refiere a «las consecuencias que tiene un cambio en las circunstancias de un país sobre los principales indicadores macroeconómicos: PIB, consumo, deuda pública, déficit fiscal, etc.» «El cambio en las circunstancias de un país determinado tiene sobre los ingresos fiscales (impuestos directos e indirectos) y los gastos fiscales (educación, salud, servicios sociales, subsidios, etc.)».

Respecto al bono demográfico, dicen que los migrantes que llegan al país «están en el inicio de su vida laboral: el 40% tiene entre 20 y 34 años» y que tienen «una participación muy activa en el mercado laboral: su porcentaje de participación fue del 80,8% frente al 59,4% de los chilenos. Algunas nacionalidades participan más que el promedio”.

También destacan que «requieren menos gasto en protección social: el grado de sostenibilidad fiscal de los migrantes es mayor que el de los chilenos (por cada peso de beneficio que reciben, pagan más en impuestos)».

Finalmente, dicen tener «niveles educativos similares o superiores al promedio chileno: el porcentaje de migrantes venezolanos con título universitario duplica al de los chilenos» y que tienen «ocupaciones y experiencia en áreas donde Chile hay déficit: casi 400 mil con educación superior”.

Recomendaciones del Banco Mundial

En la parte final del informe, el Banco Mundial ofrece una serie de recomendaciones para una «política migratoria integral». Primero, para un marco institucional para la gestión migratoria, quieren fortalecer el Consejo Interdepartamental de Política Migratoria y la buena gestión de la información para la toma de decisiones. También recomiendan políticas transversales de alto valor estratégico, como el registro biométrico y la determinación del estatus migratorio.

También abogan por la atención en los territorios, para promover la convivencia y la inclusión económica y social, apoyos adicionales a la población de acogida, como compensaciones a los grupos que han sido afectados negativamente por la migración; atención adicional a los grupos más vulnerables de la población migrante y políticas de movilización, aprovechando la cooperación internacional y las dinámicas de acción colectiva.